Olvido patológico

Alrededor de 42 millones de colombianos sufrimos afectaciones cerebro-vasculares cada año que pasa, se puede deducir del informe médico recientemente publicado por El Tiempo (Sección salud, XI-14- 2010, p. 15).

El problema está en que el enfermo prácticamente no cae en cuenta de la gravedad del asunto cuando su cerebro está afectado, máxime si se trata de toda una nación.

Para un observador internacional desprevenido o armado de indicadores que miden la tolerancia, convivencia, productividad, competitividad o eficiencia, esto le puede parecer insólito o que simplemente somos ciudadanos (no ciudadanos) de comportamiento extraño, algo distraídos o confundidos.

Aunque son enfermedades del cerebro, estos ataques pueden afectar todo el cuerpo social, causar parálisis, recesión económica, insensibilidad, iliquidez creciente, pérdida de la visión 2020, tartamudeo , descoordinación motriz, y automotriz también.

Lo importante es reconocer los síntomas y actuar inmediatamente, iniciar un programa intensivo de rehabilitación integral, reactivación económica y/o “reconciliación preventiva”. La reconciliación debe prevenirse y no esperar a que los daños profundicen heridas y acentúen la parálisis.

Según este diagnóstico los principales síntomas que nos invitan a visitar urgencias son: “Pérdida súbita del conocimiento, de la fuerza y la sensibilidad” (detrimento de la sensibilidad social). “Alteraciones del lenguaje: confusión, incoherencia, y dificultad para entender”. “Problemas del habla: dificultades para articular palabras” (y decir la verdad) (ojos ciegos, oídos sordos – habla gangosa – tartamudeamos reiteradamente). “Pérdida de la visión: o de cualquier otro sentido, como la audición o el olfato”. “Pérdida del control de los esfínteres” (nos “poposiamos” del susto y del miedo). Nadie dice nada.

Otrosí: El odio y el resentimiento impiden el libre flujo de la vida, contagia los minutos con el amargo sabor de los recuerdos que nos inhiben la libertad, y nos enferma; las enfermedades enquistadas en el cuerpo promueven el suicidio, el asesinato y la depresión, son la mayoría de las veces.

Addenda Optimista: Los programas y la firme decisión de recuperar la memoria contra el olvido patológico y reparar los daños causados por el mismo Estado contra comunidades masacradas y afectadas por esta guerra infame, auguran un buen ambiente para el gobierno de Santos. Adelante.

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